NinaOpina
El vestido negro.
Actualizado: 6 oct 2020

Nuestro closet puede estar repleto de prendas, pero sin duda alguna una de las imprescindibles es un vestido negro, un vestido de tarde o cóctel de corte simple y frecuentemente corto. Su uso es tal que muchos se refieren a él mediante la abreviatura LBD (Siglas en inglés para "Little Black Dress"). Una prenda que se popularizó en la década de 1920 gracias a la diseñadora de moda Coco Chanel, pensado para ser duradero, versátil, asequible, accesible al mercado más amplio posible y en un color neutro, una prenda que puede pasar de casual a formal con solo unos accesorios o con un cambio de zapatos. Coco Chanel decidió un día acudir al teatro con uno de sus últimos diseños, un vestido negro que le llegaba por debajo de la rodilla. Allí, al verse rodeada de mujeres con enormes pamelas y vestidos en toda la paleta de los tonos pastel, se propuso a sí misma lo siguiente: "Voy a joder a todas estas mujeres con el negro". Así lo afirmó años después, y eso fue básicamente lo que hizo, aunque a estas alturas podemos afirmar que el verbo no coincide con lo que realmente hizo por las mujeres el día que se marcó ese objetivo.
Su little black dress fue todo un éxito. Llegó en un momento en que las mujeres querían liberarse de las ataduras, olvidar los años de la gran guerra y disfrutar de su libertad. Además, era relativamente barato conseguir uno. Para el día, lo escogían realizado en lana; para la noche, en encaje o terciopelo. El efecto del vestido negro era siempre el mismo: hacía a las mujeres parecer elegantes. Les sentaba bien, y hoy en día no es la excepción.
El más famoso de todos fue el que vistió Audrey Hepburn en la película Desayuno con diamantes, diseñado por Givenchy, una pieza clásica y sencilla que aporta todo lo necesario para verse bien y estar cómoda. Christian Dior afirmó años después: "Puedes llevar negro a cualquier hora del día o de la noche, a cualquier edad y en cualquier ocasión. Un vestido negro es la cosa más esencial en el armario de una mujer". Hoy, tal y como se propuso Chanel y como confirmó Dior, lo lucimos en la oficina, en nuestro tiempo libre, en cada uno de los eventos de nuestra agenda.
Por todo esto es considerado uno de los básicos femeninos por excelencia, esencial para un guardarropa completo por muchas mujeres y críticos de moda, quienes toman como una regla de la moda que toda mujer debe poseer un simple y elegante vestido negro que pueda ser usado más formal o informalmente dependiendo de la ocasión: por ejemplo, usado con una chaqueta y tacones para el trabajo diurno o con más joyas y accesorios para la tarde. Su estilo ideal debe ser tan simple como sea posible: un vestido corto negro que sea muy claramente parte de una moda no contaría porque pronto parecería anticuado.
Una pieza versátil y atemporal puede acompañarte siempre, juega con accesorios, cambia tus zapatos, usa colores vivos y tendrás siempre un look diferente. Lo importante siempre es ser fiel a tu estilo y sentirte cómoda.
