Alicia en el país de las maravillas (Alice in Wonderland) es el decimotercer título de la compañía Disney. Basado en las célebres obras de Lewis Carroll Alicia en el país de las maravillas y Alicia a través del espejo, fue producido por Walt Disney para Walt Disney Productions, y se estrenó el 28 de julio de 1951, distribuido por RKO Pictures.
Ese día marca un hito en la historia de la animación de Disney: El 65 aniversario de su original adaptación de la obra maestra literaria de fantasía de Lewis Carroll, Alicia en el país de las maravillas. Si bien ha habido múltiples adaptaciones de la obra de Carroll, la película clásica de Disney ha consolidado firmemente como un elemento básico en los corazones de los verdaderos aficionados a Disney durante los últimos seis décadas y media, no puedo dejar pasarlo pues es una de mis películas favoritas, siempre demostrará que todo lo podemos, no hay fuerza ni motivo pequeño, y por otro lado, ese fantástico imaginario y esa estética colorida que rodea la historia es genial. Era una película extraña, que se sentía fuera de lugar en los primeros años 50, y los rendimientos de taquilla lo reflejan. Sin embargo, ahora años después, la película se ha convertido en un clásico de culto amado por grandes y chicos.
De todos los personajes intrigantes que aparecen en la adaptación de Disney, el picaporte de la puerta es el único personaje original que fue creado exclusivamente para la película. Él no aparece en las novelas Alicia en el país de las maravillas ni en Alicia través del espejo.
En cuanto a las voces Kathryn Beaumont, es la mujer detrás de la voz del pequeño ángel y también prestó su voz a algunas otras propiedades populares de Disney. Es posible reconocerla como la voz de Wendy Darling en Peter Pan.
Para mi es una historia fascinante, me encanta la estética, lo colorido y siempre me he apegado a la teoría, de que esos escenarios fantásticos son producto de las provisiones de LSD que le daba Albert Hoffman a Carrol. Esta teoría o versión, más bien podría catalogada de leyenda urbana, una asociación con la que muchos nos sentimos identificados pero nada confirmada pues no hay evidencia de que Carroll haya tomado drogas.
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